Ideas de decoración para un dormitorio de Bebé
¿Tienes un bebé en camino? ¡Felicidades! Pero ahora tienes que pensar en cómo preparar la decoración de la habitación del bebé.
Seguro que quieres que tenga un aspecto perfecto y que resulta tan acogedora que tu bebé se encuentre feliz cada vez que abra los ojos.
Para ello, hay muchos estilos por los que puedes optar. Puedes seguir las últimas modas, optar por ideas concretas o incluso dejarte llevar por tu imaginación. Hagas lo que hagas, te recomendamos echar un vistazo a los consejos que hemos reunido.
El color de las paredes
El primer punto a cubrir va a ser el color de las paredes. Esto tiene una gran relevancia, puesto que tienes que crear un buen ambiente para el niño. Ten en cuenta que los bebés son como los adultos: descansan mejor cuando están rodeados de tonos suaves y agradables. Debido a ello, puedes recurrir al blanco, el cual sigue siendo tendencia por muchos años que pasen, al beige o colores pastel muy suaves.
Si quieres algo más que simple color, lo mejor es que recurras a diseños con flores y de estilo botánico, ya que tienen mucha sensibilidad y ayudan a transmitir buenas vibraciones.
Tanto si pintas como si usas papel pintado, recuerda que es muy probable que, con el paso de unos años, tengas que darle un cambio de cara al color. El niño irá creciendo y tú mismo notarás cómo sus preferencias o gustos evolucionan.
La elección de la cuna
Hay tantas opciones entre las que puedes elegir que seguro que te está resultando complicado tomar una decisión. Es recomendable que te fijes en el estilo y en lo práctica que resulte. Por ejemplo, hay cunas evolutivas que lo que te permiten hacer es ir ajustando el tamaño, de manera que el bebé siempre tendrá una buena zona de descanso a su disposición.
En el caso de ser una niña, una buena idea para la cuna es usar un dosel. Eso hará que se sientan como auténticas princesas y le aportará un estilo muy decorativo a la habitación. También son recomendables las cunas que tienen sistema para bajar la barrera principal, aunque cuando lo uses, siempre visualizando de dejarlo todo dispuesto para evitar caídas.
Zona de almacenamiento de juguetes
El bebé ya se mueve y eso significa que comienza a tener autonomía. Por lo tanto, deberá tener un lugar al que pueda recurrir en busca de sus juguetes. Ahora mismo, los juguetes son una de las partes más importantes de lo que tiene en la vida, así que conviene que los tenga accesibles. Por ello, lo más recomendable son estantes o repisas que tengas la oportunidad de ir moviendo por la pared.
El objetivo es que levantes los estantes a medida que el bebé vaya creciendo. De esa forma siempre estará a su altura y podrá coger y dejar todos los juguetes que quiera con la máxima comodidad. Es preferible en lugar de un mueble, ya que este siempre va a tener la misma altura.
Otro buen recurso para guardar los juguetes y que aporta mucho estilo, son las cestas de mimbre, las fabricadas con caña o las cajoneras de diseño minimalista que no destacarán y aportarán mucha funcionalidad.
Armarios, sobre todo, prácticos
El bebé no tiene mucho interés en los armarios. Asume que tienes que tomar una decisión práctica que te permita almacenar la enorme cantidad de ropa y de artículos que necesita tu bebé. Por ello, opta por armarios que te proporcionen un alto volumen de espacio y que se combinen bien con el resto de la decoración. Los colores claros o incluso el blanco, son las mejores opciones.
La importancia de la zona de juegos
Tu niño aprenderá, desde pequeño, que hay lugares concretos que son para jugar. Para ello, asegúrate de preparar la mejor zona de juegos posible. Hay muchas opciones y tendencias entre las que puedes elegir. Por ejemplo, es recomendable una alfombra que le proporcione seguridad y un contacto agradable al niño cuando esté sentado o incluso al caerse. ¡Cuánto más mullido esté el suelo, mejor!
Otra buena idea es un tipi. Esta estructura les gusta mucho, porque tiene un espacio personal, un techo que hace que se sientan mayores y además pueden llegar a tener una gran cantidad de espacio dentro. Para las niñas, si encuentras un buen castillo de princesas o puedes construir uno artesanalmente, será algo que les encantará y donde siempre estarán entrando y saliendo con alegría.
La iluminación más adecuada
Hay ocasiones en las que se puede cometer el error de iluminar demasiado la habitación de un bebé. Lo cierto es que el niño no necesita unos halógenos brillantes en el techo. Primero, porque la luz natural siempre es preferible. Y segundo, porque resulta más práctico iluminar las zonas que tengan que estar iluminadas. Por ejemplo, bombillas o lámparas repartidas por zonas como la cuna, el área de juegos o las estanterías. Se trata de crear un buen entorno de iluminación sin que resulte excesivo o agotador para el niño.
Un lugar de descanso
En la vida del niño, no todo son juegos. También hay momentos de lectura, de cuentos e historias, tanto solo como acompañado. Para ese tipo de ocasiones no está de más que el niño se levante del suelo, donde sabemos que le encanta estar, para que se siente cómodamente con el libro en las manos o con los oídos bien abiertos mientras le estés leyendo un cuento.
Una buena recomendación son los sillones plegables para niños, en los que la estructura está preparada para cambiar entre dos posiciones. Así, los más pequeños pueden sentarse o incluso tumbarse si quieren echarse una siesta para luego tener fuerzas de nuevo y seguir jugando.
No hay que recargar la habitación de tu bebé
A veces, nos dejamos llevar. Somos padres, nos emocionamos, es totalmente comprensible. Pero tenemos que tener cuidado en no recargar en exceso la habitación, porque eso influirá en el estado de ánimo del bebé, que quizá se sienta demasiado presionado y agobiado por tantas cosas a su alrededor.
Menos, es más. El minimalismo es una de las tendencias en decoración de habitaciones de bebé porque simplifica todo lo que hay en la habitación y proporciona buenas sensaciones. No hace falta que recurras a este estilo, pero, ante todo, no cargues el cuarto. Ya habrá tiempo de que sea el propio niño el que lo llene todo de juguetes sin ningún tipo de orden.
